El 22 de agosto de 1846, se publica en la revista "The Athenaeum" un pedido por parte de William John Thoms ,un emigrante de provincia de clase media alta, quien recurre a dicho medio, el cual era leído exclusivamente por los grupos de obreros que habían decidido dejar sus pueblos originarios para buscar una mejor calidad de vida en la metrópoli de Londres.
La cuestión era que Thoms se ve inspirando por los trabajos de los hermanos Grimm - Kinder- und Hausmärchen (‘Historias infantiles y familiares’), por ello que decide escribir a dicha revista, ya que por medio de su acuciosa observación ,habia notado que el migrante del campo dejaba atras sus costumbres y modos de pensamientos por influencia de la gran ciudad.
El pedido de William John Thoms a la revista era el generar un espacio donde la gente emigrante pudiera relatar sus costumbres y así no se pierda la riqueza cultural que en ellas se hallan implícitas.
Fue así que Thoms dió a conocer una nueva palabra "FOLKLORE", que desde su punto de vista era formada por dos palabras de origen Anglo- sajón folk (pueblo), lore (saber, conocimiento, acervo), dicha palabra re-definiría lo que hasta ese entonces se denominaban "antigüedades populares" como folklore o lo que el pueblo sabe , esta nueva palabra marca el inicio de una nueva disciplina con muchos vacíos desde su origen y que han venido siendo completados por los distintos teóricos posteriores a Thoms.
En primera instancia el folklore se limitó a la tradición oral. Hacia la mitad del siglo XIX se amplía el ámbito del folklore, comenzando los recopiladores a interesarse también por distintas producciones que emanan de las culturas populares (creencias, medicina tradicional, trajes, artes, técnicas, etcétera).
No fue hasta el siglo XX cuando los etnógrafos empezaron a intentar registrar el folklore sin manifestar metas políticas.
Podríamos reconocer sin mezquindad el aporte de William Thoms para la conservación del legado cultural, pero una simple definición o una pobre definición de los limites de dicha nuevo estudio (disciplina) es lo que hasta la fecha ha causado grandes dolores de cabeza y discusiones entre los teóricos del folklore.
como es visible el apasionamiento, la nostalgia y la terrible sensibilidad de Thoms no permitió que él mismo desarrollase una serie de conceptos con precisión teórica, lo que desde ya hace varias décadas ha producido un desacuerdo sobre las características esenciales del Folklore y sus expresiones concretas y subjetivas.
Thoms nos dió el nombre de la enfermedad pero no los síntomas ni la cura, es asi que en un inicio el folklore era considerado como una simple colección de antigüedades de tipo literarias con una naturaleza meramente técnica, donde la praxis era la base fundamental de su estudio, se reconoce claramente que la practica es el único criterio para las verdades científicas, es la base sobre la cual las diversas disciplinas sientan sus raíces, pero no debe ser exclusiva, ya que la carencia de teoría origina el estancamiento de dicha práctica, restando le las oportunidades necesarias para alcanzar su tan deseado carácter científico.
la teorización de la practica folklorica genera una amalgama presta para recibir nuevas oportunidades de crecimiento dirigidas hacia el cientificismo, la desvinculación entre la técnica y los saberes teóricos genera un estancamiento, opuestamente la unión entre ambos elementos originaria un enriquecimiento continuo con pasos fortalecidos y no como se ha venido haciendo hasta nuestros días.
Nos es de urgencia pedir a quienes dedican sus vidas al estudio , practica y difusión del Folklore, una coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos, una unión entre opuestos que complementan una unidad sólida en vías de ocupar el lugar que le corresponde en el salón de las ciencias sociales.
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